!Gracias a todos por vuestro apoyo! !Superadas las 10.000 visitas!

Este proyecto de visibilidad de la realidad de las personas transgénero comenzó hace unos meses con apenas unas par de centenas de visitas mensuales, estas, se han ido incrementando gradualmente  hasta superar las 2500 en el último mes;
ÜLTIMO MES


Hoy por hoy gracias a nuestra perseverancia y a la difusión, divulgación y apoyo de diversos  medios de comunicación; webs, radios, prensa digital...Y más de 200 colectivos y activistas LGTBI nacionales e internacionales;


Nos sentimos orgullosas de que esta labor de conciencia social que ha costado tanto esfuerzo y dedicación esté dando sus frutos. La mayor satisfacción reside en el agradecimiento que recibimos por la información que aportamos, de la gente en general, de la comunidad LGTBI y de las personas "Trans" en particular.



Las visitas recibidas en este blog por países son; el 40% de España, seguidas muy de de cerca con un 30% de los EEUU, un 15% de casi toda latino américa, sobre todo de México, Colombia, Chile, Argentina,Venezuela, Ecuador.... El otro 15% se divide entre países de la Unión Europea especialmente de Francia, Reino Unido, Alemania, Irlanda, Suecia...... y también países del resto del mundo donde los derechos LGTBI no solo no están  reconocidos ni equiparados, si no que se encuentran coaccionados, perseguidos e incluso condenados como; Rusia, La India, Bangladesh, Qatar... a todos estos seguidores;



Nos alegramos mucho de la difusión nacional e internacional 
porque esta lucha es por la



Tenemos un montón de goteras en nuestra comunidad y aunque algunos pueden intentar ignorar, desfigurar o silenciar lo que siempre ha sido evidente, no se puede acotar siempre la existencia de una realidad que a lo largo de la historia y en todas las culturas siempre ha sido tangible y manifiesta.   
Aunque esta realidad forma parte incuestionable de nuestra sociedad, la realidad no siempre es percibida ni comprendida por eso en ocasiones hay que luchar para que sea reconocida, admitida. igualada en derechos y sobre todo respetada.

"El problema no lo tienen las minorías, el obstáculo es  la ceguera  e intolerancia de una parte de la mayoría" 

Estamos aquí, aunque no quieras vernos, somos parte del entorno y una realidad que se mueve ante tus narices. Pueden intentar ignorarnos, omitirnos, despreciarnos...pero seguiremos aquí, eso es lo ineludible de lo natural. Somos nativos del mundo como el resto de la heterogeniedad social.

"Cuando las ideas no te dejan admitir o visualizar la flagrante realidad, no son ideas, son mentiras"

Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho.
La Realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece.

 Isaac Asimov (1920-1992) Escritor y bioquímico





Quiero aprovechar para aclarar una cosa. Una chica me preguntó, ¿Porqué si mi intención era ayudar a través  de mi historia y mi experiencia, no publicaba el libro gratis en el blog, por capítulos? Creo que cualquiera que se haya leído mi autobiografía o el artículo de este blog titulado "Eternamente agradecida", sabrán que mantengo una deuda económica de más 10.000 euros (aún después de haberme condonado una parte de esa deuda por cariño y admiración a mi persona y la admiración por este proyecto) con los doctores que me asistieron médica y quirúrgicamente para finalizar de mi transición. Deuda  que me comprometí  a devolver. 
Intento ayudar a los demás visibilizando mi historia, pero también intento devolver favores, entre ellos el económico que me fiaron ante mi desesperación, ya que desde la consejería de salud se me negó aquello a lo que se comprometieron y me correspondía constitucionalmente
Por eso al final de cada artículo hay un símbolo llamado Dropcoin, donde se pueden donar entre dos céntimos mínimo de euro y dos euros máximos. Lo recaudado hasta ahora con la venta del libro me ha servido poco más para cubrir los gastos de edición, corrección, maquetación e impresión del libro. Una parte de los libros los he donado a activistas LGTI y bibliotecas sociales. Aún nadie a hecho una sola donación en Dropcoin, ni siquiera de 2 céntimos, pero estoy muy contenta porque este mensaje está ayudando a mucha gente y me siento orgullosa de nuestra labor.
Solo Intento salir adelante liberándome de esa deuda que me tiene entrampada económicamente y me produce mucho pesar por no haber podido cumplir mi palabra con aquellos que tan gentilmente me ayudaron. Intento ayudar a los demás, pero también intento salir adelante. 
Si pudiera demandaría por la vía administrativa a la consejería de salud, por el dinero, sufrimiento e injusticias que se han cometido conmigo. Lamentablemente los escasos contrataros basura que consigo como auxiliar de enfermería a penas me dan para vivir y  ningún abogado ni gabinete jurídico se a interesado en mi caso. Creo que si ganara esta demanda, crearía jurisprudencia y las cientos de demandas de personas en mi situación que surgirían, obligarían a la administración a cumplir los plazos de  aquello que están obligados y  decretado por ley.


 Enlace para obtener el ebook es España a traves de Amazon:
 http://www.amazon.es/Transición-una-Española-Transexual-ebook/dp/B011S8P020/

Para conseguirlo en Amazon a nivel mundial:
http://www.amazon.com/dp/B011S8P020


Puedes dejar cualquier comentario o sugerencia en la dirección de email transiciontransex@gmail.com




De derecha a izquierda

Mar Toranzo, autora de la autobiografía La Transición De Una española Transexual y activista LGBT+.
Cristina H, activista LGBT+ y colaboradora como Community Manager en La Transición De Una española Transexual.


“¿Te ha gustado? Ahora puedes ayudarnos con Dropcoin. Muchas gracias.”

Ethan Y Mar, Transexuales en Getafe





Antes de nada quiero decir que el presente artículo, (que tuvo que ser rectificado y corregido posteriormente debido a la gran cantidad de errores que contenía) ha generado una polémica innecesaria por palabras que no salieron de mi boca y que continúan a día de hoy escritas en el mismo. 
Es por ello, que me veo en la obligación de dar mi réplica al mismo y defenderme de unas acusaciones que veo injustas.
Os copio primero el artículo al cual me refiero y después las réplicas y opiniones.



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Ethan y Mar, transexuales en Getafe

Dos caras de una misma moneda

Ethan y Mar, FOTO_ Nacho López
Ethan y Mar, FOTO_ Nacho López
GETAFE/ AGOSTO 2015/ Ethan y Mar son dos caras de una misma moneda, dos vidas paralelas cuya distancia en el tiempo es lo que marca la diferencia y a quienes hemos conocido gracias a la labor de visibilidad que está desarrollando la asociación Gaytafe LGBTI+.
Mar tiene 43 años y hace uno que finalizó el proceso de transición para convertirse de hombre a mujer. “Siempre lo supe, desde muy pequeña, yo quería vestidos y muñecas, y siempre quería estar con mis hermanas mayores, me sentía mucho más identificada con ellas”.
De madre española y padre palestino, Mar es madrileña pero lleva años viviendo en Getafe. La excesiva rectitud que le inculcaron en casa le impedía mostrarse tal y como era y durante muchos años escondió su realidad. Trabajaba mucho sus músculos en el gimnasio y por la noche bailaba como striper en fiestas para mujeres.
“Eran otros tiempos, en aquella época un transexual sólo podía ser prostituta, así que me lo negaba a mí misma y creía que siendo físicamente más fuerte y más macho, lograría sentirme hombre y acabar con ese sentimiento que me mataba por dentro”.

Un “travesti” en Getafe Norte

Hasta que se armó de valor y comenzó un proceso verdaderamente duro y cruel. “En el UTIG (Unidad de Trastorno de Identidad de Género) me prometieron que si seguía todos los pasos, en cuatro años estaría operada y sería una mujer y cuando llegó el momento de la operación de genitales, me dijeron que tenía que esperar cuatro años más, fue horrible, me miraba al espejo y quería morirme, me sentía un monstruo”.
En esos cuatro años, Mar tuvo que pasar por un proceso psicológico y psiquiátrico muy duro. “Te ponen imágenes de cabezas cortadas y te preguntan que si te gustan, un desconocido te pregunta todo tipo de intimidades y si te niegas a contestar, te echan, te tratan como si estuvieras loca”.
“Antes de empezar a hormonarte –continúa- te obligan a vestir de mujer durante varios meses y te dicen que te estarán vigilando, si no lo haces, no te aprueban el tratamiento, lo llaman test o prueba de vida real, ¿sabes lo humillante que fue? Yo vivo en Getafe Norte, en un barrio normal, todos los vecinos me miraban, no estaba depilada, no tenía pecho aún, había perdido gran cantidad de pelo en la cabeza y me ponía una peluca, no sabía ni vestirme ni maquillarme, era un travesti, bochornoso, me echaron de mi trabajo también, te destrozan la vida”.
A pesar de todo lo que nos cuenta, a Mar ahora le brillan los ojos, es una mujer plena, es una mujer feliz. “Mi familia me ha visto tan mal, con dos intentos de suicidio, que ahora que me ven feliz, lo demás no importa”. Acaba de escribir un libro, ‘Transición de una española transexual’, y tiene un blog (transiciondeunaespanola.blogspot.com.es), donde plasma todas sus vivencias e intenta dar un aliento de esperanza a quienes se puedan sentir identificados con ella.

Transexual y alumno de Escolapios

Es el caso de Ethan, tiene 23 años recién cumplidos y lleva 2 meses hormonándose. Mientras charlamos con Mar, él escucha con atención y contesta a las preguntas que ella le va haciendo, todo su afán es poder aconsejarle, “él lo ha tenido un poco más fácil, pero aún así esto es duro”.
“Mi proceso ha tenido momentos difíciles también -nos cuenta Ethan-, pero ha sido más natural, primero explique a mi familia que me gustaban las chicas y lo aceptaron, el problema ha sido más de desinformación que de otra cosa, yo no sabía cómo catalogarme, pero sí sabía que no me sentía mujer, de hecho mis amigos me dicen que no entienden por qué no lo he hecho antes”.
Ethan y Mar en Plaza Pelacio. Foto Nacho López
Ethan y Mar en Plaza Pelacio. Foto Nacho López
Ethan es getafense, de la zona de Getafe Centro, acaba de aprobar sus oposiciones de Magisterio pero, a pesar de su gran sonrisa, lo suyo tampoco ha sido un camino de rosas. “Yo he estudiado en Escolapios y hasta bachillerato me obligaban a vestir con uniforme de chica, era humillante, yo sentía que iba disfrazado al colegio y eso te anula como persona”.
Desde que tomó la decisión de cambiarse de sexo, ha contado con el apoyo incondicional de su familia. “A mi madre le ha costado un poco más que a mi padre, pero ya está todo superado, con quien discuto es con mi hermano pequeño, porque dice que no le gusta el nombre que me he puesto”, nos cuenta entre risas.

Colega Getafe “me negaron la ayuda”

A pesar de todo, ambos sonríen. “Me alegra saber que los más jóvenes ahora lo tienen más fácil que yo, pero queda mucho camino por recorrer”, concluye Mar. Ethan asiente y añade que “debería haber más información sobre la transexualidad y debería ser un proceso más natural”. Tiempo al tiempo.
Corresponsal / Arantxa Naranjo


Este es el mensaje de respuesta que he recibido de un voluntario de un tal Leonardo de COLEGA Getafe:
Mar, eres muy injusta con los profesionales de Colega Getafe. No estoy vinculado a la asociación a ningún nivel, soy un simple voluntario y me consta que te han atendido muy bien. Además como ya sabrás, cada atención que se presta a los usuarios queda debidamente registrada en los archivos de la entidad. Proferir estas declaraciones de forma genérica sin especificar nada concreto resta credibilidad a tu relato. Si realmente se te ha negado alguna ayuda te invito a que compartas tu experiencia y des parte del asunto de forma concisa. Yo entiendo que quieras promocionarte y vender tu libro, pero lamento realmente que te hayas rebajado a este nivel. Te invito a que seas más concisa en tu “denuncia” la próxima vez.
Leonardo.

Esta es mi respuesta:
Leonardo, lo que yo dije textualmente fue que desde COLEGA Getafe me ofrecieron ayuda psicológica y un abogado, pero el abogado tenía que pagarlo. Yo fui voluntaria en la caseta de  COLEGA Getafe en las fiestas, sería una contradicción que hubiera sido voluntaria para una asociación que me negó toda ayuda . En mi libro hablo bien de esta asociación, sería igualmente contradictorio que ahora hable mal de ellos (que nunca lo he hecho). Además adoro a Leo, que era el asistente social que me atendió y ambos nos profesamos mucho cariño.
Lamento profundamente que eso haya sido publicado así. La entrevista fue grabada en audio, así que puedo demostrar que yo no dije eso. Ya se lo hecho saber a la reportera que me hizo la entrevista, pero no está en mis manos rectificar lo que en este artículo se ha escrito. También siento esos comentarios despectivos sobre que me he rebajado y que he dicho eso para promocionar mi historia. Quizás conozcas bien a COLEGA Getafe pero se nota que a mí no me conoces de nada, ni entiendo en que me iba a beneficiar difamar a un colectivo que comparte mi lucha por los derechos y la igualdad. Cualquiera que me conozca sabe que no soy conflictiva, ni busco problemas, ya nos vienen bastantes por si solos, como aquí se evidencia. 
Llevo una trayectoria intachable de voluntariado y activismo LGTB. Hasta ahora es la primera crítica negativa que recibo.  Igualmente, te invito a rectificar lo que has escrito y que primero preguntes antes de acusar y no juzgues y saques conclusiones precipitadas, pues a veces, las historias que se comparten  suelen tener versiones diferentes.

Mi rechazo a este otro titular publicado: 

Un “travesti” en Getafe Norte

Un "travesti" no es un transexual.

Creo que se han de tener claros unos conceptos en los que existe un desconocimiento tan grande como generalizado:
Lo primero que hay que saber es que un travesti es una persona que se viste de hombre o mujer, dependiendo del género que sea se vestirá del contrario. Lo hará en ciertos momentos de su vida o siempre, y sencillamente porque lo cree oportuno y por la razón que sea. El travesti no cambia de sexo porque ni siquiera tiene la necesidad de hacerlo.
Transexual, sin embargo, es una persona que nació en un cuerpo con el sexo contrario al género al que en realidad siente que pertenece. Los hombres transexuales y las mujeres transexuales luchan, quienes pueden, por cambiar su cuerpo a través de hormonas y cirugías. Y este cambio no es caprichoso sino que responde a la necesidad incuestionable (sobre todo por ellos mismos) de llevar una vida acorde con su sensibilidad las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año y los cien años que pueda ocupar el largo y el ancho de una vida humana, más o menos.
Cierto es que hay mujeres transexuales que nunca se operan de genitales y la mayoría de la gente les llama travestis, pero ese es un error generalizado debido a la mala y poca información que existe sobre ese tema. Puede haber infinidad de motivos por los que una mujer transexual no se opere, el más común es sencillamente la carencia de medios para hacerlo. También puede ser por el miedo a la cirugía de cambio, a no volver a sentir sexualmente o incluso algunas se sienten cómodas así, que nunca fue mi caso.
 . Con esto quiere decir que es muy normal que una mujer transexual no se opere por motivos ajenos a sus deseos y voluntad. Pero ellas son mujeres transexuales, mujeres no reasignadas sexualmente. Insisto, no son travestis.
Ese titular de Un "travesti" en Getafe Norte para referirse a mí demuestra un gran desconocimiento de nuestra realidad, así como poca sensibilidad hacia el colectivo, 

Mar Toranzo

Artículo Para Neargay. El emocionante viaje de Mar


El emocionante viaje de Mar Toranzo – IMPRESCINDIBLE LEERLO

Soy Mar Toranzo.
Autora del libro autobiográfico la Transición de una Española Transexual.
 En este libro relato la dificultad que supone  efectuar el cambio físico acorde a la verdadera identidad de género en una edad avanzada.
Animada por médicos especialistas, psicólogos, familiares, amigos… intento visibilizar la realidad de uno de los colectivos más desprotegidos, marginados, incomprendidos  y  con más riesgo de exclusión social de nuestra sociedad.
A pesar de estar demostrado científicamente que esto ocurre por un fallo hormonal en la cuarta semana de gestación, la comunidad en general continúa criminalizando a las personas con disforia de género como a individuos sin derechos, sin sentimientos…  como si te tratara de una perversión mental cuando en realidad es una contradicción entre tu físico y tu identidad de género.
Somos personas como los demás que también sufrimos, también lloramos, pero además pasamos mucho miedo, humillaciones sociales, trabas administrativas, rechazo familiar, exclusión laboral… por loque especialmente las mujeres “Trans “se ven abocadas a un mundo de prostitución y marginalidad para poder sobrevivir, que no es lo mismo que vivir. Este no ha sido mi caso. Gracias al apoyo de mi familia, amigos y personas con las que me crucé en este abrupto y dificultoso camino, recorrido que pude finalizar de manera  digna y honesta,  especialmente, gracias al apoyo y cariño incondicional de mi querida madre. “Ella me ha dado la vida dos veces “
He sido incontable e injustamente  insultada, humillada, rechazada, acosada colectiva y sexualmente durante mi transición por el mero hecho de intentar ser feliz sin hacer ningún mal a nadie.  Fue una travesía muy dura, llena de sangre, sudor y lágrimas literalmente hablando pero con un final feliz.
Con mi historia intento transmitir a la sociedad en general y al colectivo LGTB en particular un mensaje cargado de información, de experiencia, de emotividad, de sufrimiento, de frustraciones, de lucha… pero también de esperanza, constancia, esfuerzo, valor… demostrando que quién persevera en su camino cabalmente por conseguir su felicidad acaba consiguiéndolo.  Desde el ejemplo, la felicidad y la dignidad que ahora tengo y antes no sentía.
Con ese propósito empezamos creando un blog :
http://transiciondeunaespanola.blogspot.com.es/
y una página en Facebook  con el mismo nombre del libro:
https://www.facebook.com/transiciondeunaespanola?fref=ts
Aprendí durante este trayecto que hay que  quererse y aceptarse a uno mismo o no conseguirás que te quieran y te respeten los demás. Solo siendo positivo en la vida contagias esa positividad a tu alrededor y consigues atraer cosas positivas para ti mismo. El camino hacia la felicidad no está habitualmente impregnado  de sencillez ni seguridad y a menudo acusa el desánimo, el cansancio, la impaciencia, las ganas de abandonarse… la vida no es el objetivo que alcanzas si no las experiencias y obstáculos que te encuentras en tu camino. No desesperes y disfruta del viaje porque se aprende mucho más de los errores y del dolor que del triunfo que no tiene el mérito del esfuerzo y la exasperación.

Creo que la vida, es una cuestión de coraje y actitud.

Si  solo eres un mero espectador te olvidarás de lo que observas y escuchas, si pones atención  posiblemente aprendas algo, pero solo cuando nos involucramos y experimentamos, crecemos y evolucionamos.
Yo ya no necesito ayuda, aun así, he escrito mi historia exponiéndome y  dando la cara para intentar crear una mejor conciencia social y aportar mi granito de arena convencida de que una sociedad más igualitaria, solidaria, equitativa  y respetuosa entre las distintas realidades que componen nuestra comunidad no solo es posible, es imperiosamente necesaria.
La grandiosidad de la naturaleza reside en su inmensa variedad,  por eso creo fervientemente que para coexistir en armonía es esencial aceptar la riqueza de la Pluralidad social, la diversidad sexual y ante todo, el respeto universal.
Saludos con afecto a todos los seguidores de Neargay y Gayocio
MAR TORANZO
MarWeb
 Podéis adquirir su libro aquíTransición de una Española Transexual

Querida Mar, gracias por presentar tu intensa Historia y tu interesante libro en nuestro Blog, nos ha emocionado conocerte y leerte!

Creemos que eres un valiosísimo ejemplo para personas de toda edad, situación y condición en cuanto a lucha por la felicidad, valor y actitud. Efectivamente, pese a que muchas cosas están científicamente demostradas desde hace tiempo la sociedad no termina de “normalizar” y aceptar toda la diversidad existente gracias a la incesante labor de religiones, colectivos homófobos y políticos que durante siglos han querido ponernos en contra del resto de la sociedad, discriminarnos y excluirnos, pero esto con una sociedad cada vez más abierta y con personas valientes como tú estamos seguros que irá cambiando.

Es triste que a veces en la vida se tenga uno que formar o evolucionar a base de palos, y aunque es cierto que de la parte mala sacas experiencia y actitud, los caminos no deberían ser tan injustos y duros. Tú con tú testimonio, tu vida y tu historia que compartes generosamente con todos en tu blog y en tu libro haces que ese camino, esos miedos sean más llevaderos y un poco menos duros para otros. Es importante que mucha gente conozca cómo vive una persona en situaciones de exclusión, rechazo y discriminación sin haber hecho nada para merecerlo o cómo se sufre la humillación gratuita e injusta de gente frustrada e intolerante que se cree está por encima del bien y del mal, es importante que haya gente que sepa que no es un caso único, que hay salidas, que hay esperanza, tantas cosas que haces con tú experiencia y tú testimonio que sean realmente importantes que no hay palabras para darte las gracias.

Y cierto es que muchas veces nos quejamos de la discriminación que hemos sufrido o sufrimos algunos pero nos olvidamos de otras aún peores de personas dentro de nuestro colectivo aún más vulnerables y peor tratadas, algunos intolerantes incluso dentro de nuestro propio colectivo que acaban haciendo lo que no les gusta que le hagan a ellos que por suerte es una minoría, debes querer para los demás lo que exiges para tí mismo.

Puedes sentirte muy orgullosa como persona luchadora y valiente, naturalmente también como transexual, y sobre todo orgullosa como hija de esa MARAVILLOSA MADRE que te dio vida 2 veces y que desde aquí le mandamos un fortísimo abrazo lleno de cariño porque ELLA también es un ejemplo que otras madres deberían conocer y seguir, quizá en otro libro puedas junto a ella contar su experiencia ya que hay muchas madres que por su educación y situación familiar no saben cómo actuar ante según que casos o pueden verse desorientadas sin saber bien cómo ayudar, y la experiencia de tu madre en primera persona puede ser también una aportación muy grande para otras.

Creo que en general no se agradece lo suficiente a las personas que aportan tanto a la sociedad y al colectivo, desde nuestro pequeño lugar te damos las gracias y te animamos a que sigas siendo tan VALIENTE, GENEROSA Y BUENA PERSONA como lo has sido hasta ahora porque en esta sociedad hace falta más gente como tú. Ojalá la vida y la sociedad te empiece a devolver un poco todo ese cariño y buena actitud que tú has tenido con ella porque ya te lo mereces!.

Un fuerte beso y un gran abrazo.

El equipo de Gayocio y Neargay



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Acoso colectivo y sexual, transfobia... persecución y derribo.

Esto que relato, fue así de real, fue así de fuerte y sobre todo, fue así de duro.
Propongo a cualquier asociación, colectivo o medio de comunicación interesado, poder evidenciar la veracidad de esto que cuento. Me gustaría un día, ir por la calle con un micrófono y una cámara para que el mundo pueda visualizar la cruda existencia de algunas vivencias que tenemos que soportar (las mujeres biológicas en general y la mujeres "Trans" en particular) y demostrar que a veces la realidad supera a la ficción.

Hace una semana salí sola por la noche a una discoteca al centro de la capital a las 23:30. Una relaciones públicas iba a presentarme a unas personas en una discoteca  para trabajar como chica de imagen en una sala. Se me recomendó que fuera explosiva, pero no ordinaria, que llamara la atención, pues se supone que en eso consistía el trabajo que me estaban ofreciendo y además se me sugirió que llevara tacones altos.
Cuando estuve en Italia el año pasado aprendí en el país de referencia del mundo de la moda y según me explicó un representante de figurantes de sala, que las mujeres que van escotadas deben llevar la parte de abajo larga y si llevas minifalda, debes ir tapadita de arriba.

Después de probarme varios modelos decidí ponerme un vestido que me regaló mi gran amiga desde la adolescencia Marta. Me hice unas fotos en el espejo del recibidor de mi casa antes de salir, aunque las fotos salieron  borrosas creo que cumplen con la intención de visualizar la imagen del vestuario.



Hacía mucho tiempo que no salía con unos tacos tan altos a la calle. En un principio pensé en llevar los zapatos en el bolso pero no tenía ningún otro zapato plano que pegara con ese vestido y además en el bolso que llevaba no cabían.  Esos tacones junto con la plataforma de los zapatos me elevaban 11 centímetros, por lo que mi altura era de 1,85. Puede que fuera llamativa y más aún para ir en transporte público, pero yo veo a muchas chicas vestidas mucho más ligeritas, con mini short, en top, casi como si fueran en bikini y no veo que causen esa expectación. Además, era un sábado por la noche.


                                                             Acoso colectivo
Me monté en el tren de cercanías y aunque hasta entonces notaba como la gente me miraban especialmente más de lo normal, no había tenido problemas. En la siguiente estación, seguida a la que me subí, entró un grupo de chicos que celebraban una despedida de soltero. Eran unos treintañeros medio borrachos montando escándalo con pitos, disfraces y botellas de alcohol entre las manos. En cuanto uno de ellos me echó el ojo y avisó a los demás de mi presencia, empezaron a vitorearme, a vocear que allí estaba la chica del estriptis y tonterías así.

"Si hay algo en este mundo que me ponga más enferma que la estupidez, es un estúpido que alardea pública y orgullosamente de serlo"


Yo no les miraba y seguía sentada trasteando con el teléfono como si la cosa no fuera conmigo. Uno de los chicos (que debía ser el graciosillo del grupo) se acercó hasta mí y me preguntó (en voz alta para que sus amigotes lo escucharan bien); -¿como te llamas morena?, ¿donde vas tan sola?, ¿eres cubana o colombiana?... le miré con cara de pocos amigos, pues su impertinencia y su aliento a alcohol me molestaban. Entonces me levanté y me fui hacia otro vagón. Al levantarme, el quedó a la altura de mis hombros y entonces empezaron los insultos. !ese un tío!, !ese tiene más pelotas que un parque de bolas!, !Manolo!..


No les hice ni caso, eran muchos, estaban borrachos... pero  me sorprendió que se ensañaran de esa manera sobre mi identidad de género. Hacía mucho tiempo que no vivía esa sensación viajando en transporte público, desde poco después de acabar mi transición, creo. Según iba cruzando los vagones para alejarme de esos maleducados, la gente o se iba quedando en silencio o  susurraban dándose codazos y señalándome, mirando absortos como niños que contemplan un desfile de gigantes y cabezudos.


Me senté en otro vagón cerca de dos chicas españolas que estaban sentadas juntas e iban acompañadas de un amigo suyo que estaba sentado frente a ellas. Debían tener poco más de veinte años. Las chicas me vieron llegar y nada más sentarme empezaron a decirse cosas al oído mientras me miraban y se reían de manera descarada. No parecía que se rieran con ganas, si no con malicia, intentando hacerse notar y conseguir que yo lo notara. El chico que las acompañaba, que estoy segura que era gay (eso en como un radar o un sexto sentido que solo los gays y la gente que a tratado mucho con ellos percibe con claridad sin necesidad de hablar), este muchacho, les llamó la atención seriamente a sus amigas varias veces, llamándolas a capítulo, eso, y mi mirada directa, fija y seria hacia ellas como diciéndolas;- os voy a meter el tacón por la boca y os va a salir por allí donde nunca os ha dado el sol... hizo que se cortaran, dejaran de reírse y no se atrevieran ni si quiera a volver a mirarme el resto del camino. 


"Si en este país los idiotas y las envidiosas fueran flores, viviríamos una eterna primavera"
                                                          
                                                                 Acoso sexual
El chico que estaba sentado a mi lado y que estaba a lo suyo con su móvil,  nada más verme pareció que le habían congelado (creo que era de origen magrebí y aunque solo le miré directamente al sentarme, reconozco que era extremadamente guapo). Quitando que los que estaban alrededor no dejaban de mirarme como si fuera un cartel publicitario lleno de neones, no pasó nada más hasta que llegué a la estación de Atocha. Me levanté y bajé del vagón para salir de la estación. El chaval que iba  sentado al lado y  me había venido observando fijamente como quien ve una aparición (que no debía tener los 18 años) se bajó detrás de mi. Apenas había dado unos pasos se posicionó a mi lado y me preguntó directamente; -¿ Te vienes conmigo al baño y me la chupas? Tuve que mirarle dos veces para creerme lo que me estaba diciendo y la manera tan directa y descarada de preguntármelo. Al principio tartamudee con la mayor cara de incrédula que podía poner diciéndole y sin dejar de andar; ¿que?, ¿que?, ¿ que te pasa a ti?, ¿eres así de subnormal siempre, o es que tus  padres son hermanos? Seguí andando y el chaval muy chulito me dice;- venga anda, no te hagas la dura, que me he bajado dos estaciones antes por ti,  ¿a que te gusto? Apreté el paso y siguió insistiendo hasta que se cansó.



                                                                Persecución
Antes de pasar por las taquillas de salida, ya tenía a otro tío pegado a mi. Este era un señor con un claro problema de obesidad y aunque yo caminaba con más de diez centímetros de altura por los tacones que llevaba, él iba persiguiéndome demasiado pegado a mí con un sobre peso que deberían rondar los 100 kilos, además de no ser muy alto. No me costó dejarlo atrás, sobre todo cuando llegamos a las escaleras para salir de la estación, entonces le oí que jadeaba (supongo que por el esfuerzo de intentar alcanzarme). Cuando empecé a ganar distancia, se puso a llamarme;-! Morena! !bonita!, varias veces, pero ni siquiera me volví. Me voceó; -Al menos podías sonreír, !creída! que te estoy diciendo piropos...


Al salir de la estación eran las 12:30 de la noche. Caminando dirección desde el paseo de Santa Isabel hacia la calle Atocha, venían de frente una docena de jóvenes la mayoría chicas, en cuanto me vieron de frente, sus voces se volvieron susurros... 


Al llegar a mi altura, todos me miraban en silencio como si pasara una procesión. Al pasar a mi lado, apenas había andado unos pasos escuché unas risas escandalosas que provenían de esas niñatas, que por cierto, ninguna me llegaba a los hombros.

                                    NO HACE FALTA GOLPEAR PARA HACER DAÑO.
                                    LAS CRITICAS MALICIOSAS HACEN DAÑO.
                                    LAS MOFAS Y RISAS DESCARADAS HACEN DAÑO.
                                    LOS INSULTOS E IMPERTINENCIAS HACEN DAÑO.
                                    MIRAR, SUSURRAR Y SEÑALAR HACE DAÑO.



Seguí caminando deprisa mientras los coches que venían de frente me pitaban como si el Real Madrid acabara de ganar la copa de Europa. 

Llegué al paso de cebra para cruzar al otro lado de la glorieta del emperador Carlos V y el semáforo me pilló en rojo. Los dos primeros coches que llegaron (en el que iban varios hombres) se pararon y el que estaba más cerca de la acera abrió la puerta y me invitaron a subirme con ellos (entre ordinarias alabanzas a mi fisonomía) como si fuera una autoestopista que estaba haciendo dedo.

"Cuando eres un MALEDUCADO,estás insultando y menos preciando a tus padres, tu familia, recalcando la mala educación que  has recibido y mostrando el poco respeto que has aprendido"


Seguí mirando al frente, suspirando, ya cansada de tanto idiota. Cuando el semáforo se puso en verde y crucé, varios coches tocaron el claxon, otro me dio las luces largas. La poca gente que cruzaba me miraba con atenta intriga. 


No había andado más que unas docenas de metros (y aunque ya no miraba a nadie a la cara), me abordó un señor de avanzada edad muy bien vestido, con traje y me preguntó directamente; 
-¿muchacha?, ¿tienes trabajo?, ¿te interesa trabajar? 
Se había plantado delante de mi y tendría que rodearlo para evitarlo, pero esta vez  me paré y le contesté; 
-Si en un país con más de cinco millones de parados usted tiene que ir por la calle preguntando a desconocidas si quieren trabajar para usted, no me interesa saber de que trabajo se trata.
- No pienses nada raro guapa, me contesta, solo quiero ayudarte. -¿ayudarme? (le pregunto extrañada mientras reanudo mi camino) ¿tengo cara de necesitar ayuda?
-Eres una borde, me dice, a lo que le contesto mientras me alejo;- no soy borde es que


Continúo caminando hacia la calle atocha y dos chicos comienzan primero a chistarme y después a silvarme con pesada insistencia.


 Escuchando los vitoreos de esos dos, me cruzé con otros dos chicos que se pararon a mi altura y uno me dice; -guapa, !si fueras un helado te comería hasta el palo!


Estaba a punto de llegar a la sala donde había quedado, solo me faltaban unos cien metros pero confieso que ya estaba visiblemente agobiada y a mi se me nota claramente cuando estoy molesta . Me metí en una cafetería y sentada en una mesa situada en una esquina del café junto a la cristalera que daba a la calle me pedí una cerveza para relajarme.
Al otro lado de la cristalera estaba la terraza del bar y la mesa más cercana estaba ocupada por cuatro mujeres más o menos de mi edad que aunque estaban de espaldas me estaban mirando con la cabeza tan girada que parecían las niñas del exorcista. Estas no se reían pero me miraban como si yo acabara de escupir al lado de ellas, fija y descaradamente como si me estuvieran increpando. Las miré fijamente y sonriendo las enseñé el dedo corazón;

! Que os den!

En seguida las cuatro volvieron la cabeza, disimulando, como niños a los que se les ha pillado haciendo una travesura conscientes de que aquello que estaban haciendo está mal. Tienen que importunarme mucho para que me vuelva tan vulgar. 
Bajé unos escalones hasta el aseo de la cafetería donde me encontraba antes de seguir mi camino. Estando a punto de entrar en el lavabo de señoritas me abordó otro señor que estaba con unos amigos en la barra de aquel bar y que no habían dejado de mirarme y comentar entre sonrisas lascivas desde que entré. Me dice este señor apresuradamente y con cara de pájaro; -¿Perdona guapa?, ¿puedo hacerte una preguntita? A lo que yo le respondí; - Si quieres información llama al 010 cerrando la puerta de los aseos de mala gana.
Salí de aquella cafetería hacia la sala donde había quedado y al pasar junto a cuatro hombres maduros uno de ellos exclama en voz alta;-!Madre mía!, !Mira que pibón!, otro de sus compañeros comenta igualmente en voz alta;- !ese te pone la cabeza como el culo! Me paré en seco, medí media vuelta y me dirigí hacia el que creí que lo había dicho y le reprendí violentada; -No puedo ponerte el culo como la cabeza, pero de una sola ostia puedo ponerte la cabeza como el culo !PAYASO!
 -Relájate reina, me responde, que yo no he dicho nada. - Pues comunica el mensaje al que sea de tus amigos que lo ha dicho que estoy segura que tu también lo has escuchado.

Subiendo la calle Atocha pasé paralela a un fila de gente que esperaba a las puertas de una discoteca para entrar. Escuché algún que otro comentario pero seguí andando haciendo caso omiso. Al llegar a la altura de la puerta de entrada de este local nocturno se encontraban cuatro seguridad de la sala. A penas pasé al lado de ello uno empezó a vocear;-!Manolo!, !Manolo!, mientras sus compañeros le reían la gracia. De nuevo me di la vuelta y al que estaba más cerca de mi le pregunté como si nada hubiera escuchado;-Disculpa, ¿Como se llama esta sala? -"Moss", me contestó un poco sorprendido ¿Y qué número de la calle Atocha es este? Volví a preguntar. - El Nº125 me respondió. Gracias le dije. Solo lo preguntaba para saber donde  recomendar no salir de fiesta  jamás.


Si esto "seguratas" de discoteca van insultando a la gente que pasa por delante del local donde están contratados para velar por la seguridad de sus clientes, no quiero ni pensar como actuarán cuando dentro de la sala se encuentren con algún altercado. Pobre de los usuarios que asistan a divertirse en un sitio donde los que tienen que protegerles tienen el tacto y la educación de unos matones de barrio bajo.


Hacía tiempo que no me acosaban de esa manera, desde que dejé de llevar tacones alto y vestirme muy ceñida. Las ultimas ocasiones que acudía así vestida a alguna fiesta siempre fui en coche acompañada de amigos. También  hacía tiempo que nadie me voceaba ! Manolo! que por cierto, ¿En donde coño está escrito que si sospechan que eres una mujer "Trans" te llamas Manolo?


Si te crees original cuando estás con tus colegas, voceando, insultando... a una mujer sola, farfullando las mismas estupideces que oyes a otros igual de ignorantes que tú, no solo eres un cobarde, además eres un mediocre.

Yo me visto para mi no para ti.
El tamaño de mis pechos no son una invitación a acosarme.
Que use el espacio público, no quiere decir que mi cuerpo también lo sea.

La mayoría de esta gentuza es exasperantemente básica y primaria con sus soeces comentarios. Al menos podrían ser más originales. Tengo varias amigas tan altas o más que yo (mujeres biológicas) que se han operado de aumento de mamas y labios y las gritan !Manolo! Por la calle. También alguna amiga deportista con cuerpo de chica fitness que se ha puesto pechos voluminosos y también las llaman Manolo.



Ya estaba más estresada que el fontanero del Titanic y con peor humor que un búfalo cafre. Apenas llevaba una hora y media desde que salí de mi casa y aunque me considero una mujer altamente sociable, dialogante, comedida...tengo un límite como todo el mundo. Cuando se supera ese nivel de mi serenidad, mi carácter se transforma en subversividad.



A lo largo de mi vida he tenido que recurrir a la violencia física para poder defenderme y esto, lamentable y tristemente, me ha ocurrido muchas más veces de las que podría recordar. Ese miedo a las agresiones fue lo que me empujó desde poco después de la adolescencia a practicar artes marciales y mejorar mi tono y flexibilidad muscular a base de duro entrenamiento que sigo practicando desde entonces.


Entre que la relaciones públicas con la que había quedado tenía el teléfono desconectado y yo no quería quedarme en la calle  sola, esperando, siendo el blanco de cualquier idiota, decidí volverme a mi casa consciente de que la noche solo acababa de empezar y mi paciencia ya se había acabado.

"Paciencia es mi apellido, ya se me ha acabado es mi nombre"

Me dirigí hacia la para de bus nocturno que llegaba hasta mi localidad de residencia, andando deprisa como si alguien me estuviera persiguiendo. Rezando porque me dejaran en paz porque cuando mi paciencia se acaba, trona el escarmiento.

Derribo
Cuando me faltaban unas decenas metros para llegar a la parada del bus, un hombre joven delgado algo más bajito que yo y con un evidente aspecto de estar bajo la mezcla de alcohol y algún que otro estupefaciente, empezó a llamarme de mala manera. Yo seguí caminando intentando que mi ignorancia hacia él le persuadiera de su insistencia.  Siguió tras de mí ensañándose cada vez más con sus insultos, llamándome "zorrita" y diciendo cosas como que;- solo las guarras se visten como putas. No había ningún coche de policía a la vista y la poca gente que pasaba observaba atenta mientras seguían caminado. Nadie intercedió en ningún momento.
Cuando llegué a la parada, había una pareja de chicos bastante jóvenes, no muy altos y gais que se estaban haciendo arrumacos. Los gritos de el anormal que me perseguía les había llamado la atención. 
Si miras de frente, yo me paré en parte derecha de la parada del bus, que era muy parecida a esta;


Les miré con la mirada de alguien que sabe que está en peligro y ellos me miraron expectantes como el que ve una película de terror en el sillón de su casa. Yo estaba alarmada porque aunque no creía que este loco pudiera físicamente conmigo, se sabe como empiezan las peleas pero nunca como acaban. Entonces este individuo que me hostigaba me agarró fuertemente del brazo izquierdo tirando de mi hacia él mientras me gritaba enfadado;- ¿!No me estás escuchando o es que estas sorda!?
Me zafé de su mano con un brusco movimiento y le empujé con las palmas de mis manos contra su pecho, mientras le advertía exaltada que no se le ocurriera volver a tocarme. 
Entre la fuerza del empujón que recibió y el colocón que llevaba retrocedió unos pasos apunto de perder el equilibrio. Su cara cambió a un estado de violenta ira y mordiéndose el labio inferior con una mueca de rabia levantó el brazo derecho con el puño cerrado y se abalanzó hacia mi.
 Mi estado, ya era de alerta total. En unos segundos el tiempo pareció volverse a cámara lenta y sabía con absoluta certeza que solo me quedaba dos opciones; salir corriendo y gritando con aquellos tacones o hacerle frente y defenderme. Yo raramente retrocedo al no ser que sea para coger carrerilla. Retrocedí la pierna derecha plantando y apoyando mi peso en la punta del pie para coger impulso y tapándome la cara con ambos puños por si llegaba a agredirme, salté hacia el con la rodilla derecha levantada, golpeándole fuertemente contra el pecho casi a la altura del cuello.



 La embestida le arrojó hacia atrás cayendo de espaldas y golpeándose la cabeza contra la acera. Sonó como si una maceta hubiera caído contra el suelo. Yo aterricé de pie apoyándome en las puntas de los zapatos para no perder el equilibrio y me mantuve unos segundos observándole en posición defensiva por si se levantaba a por mí otra vez pero se quedó tumbado sin moverse como si hubiera perdido la consciencia. Me fui al otro lado de la marquesina detrás del cartel publicitario y sentía como mi corazón se me iba a salir del pecho. La pareja de chicos que estaba sentada se habían puesto de pie pero parecían tener más la intención de huir de allí que de interponerse. En pocos segundos se incorporó y se llevó las manos a la cabeza tocándose como el que ha recibido un fuerte golpe y siente  dolor. Otra pareja que apareció poco después se acercó a intentar ayudarle a incorporarse mientras le preguntaban si estaba bien. Este personaje que parecía tener la mirada perdida como si no supiera ni donde estaba ni que le había pasado, volvió a reaccionar con agresividad golpeando al chaval que le estaba intentando auxiliar. El chico le soltó instantáneamente casi empujándolo de nuevo al suelo y farfulló un:-!que te den por culo!, marchándose visiblemente enojado con su chica. Después este individuo se levantó torpemente y se fue por donde había venido balbuceando algo ininteligible mientras daba tumbos.

El bus llegó unos eternos minutos después y yo me subí. Mientras pasaba el abono transporte por la máquina el pulso me temblaba visiblemente. El conductor me miró como si estuviera colocada aunque solo estaba alterada y nerviosa. Me senté en la parte trasera en una esquina con una especie de alivio y sensación de estar mentalmente agotada. Menos mal que la parada que el bus hacía en mi barrio se encontraba a apenas 50 metros del portal de mi casa.


Contándole esto a una amiga unos días después. otra conocida que estaba presente me preguntó; 
-¿ Porque te pones tacones si ya eres alta?,eso es una manera de llamar la atención y tu ya llamas la atención suficiente. Yo le respondí;- porque me gustaban, por que estilizan más las piernas, me siento aún más femenina... porque me da la gana y porque además, si alguien intenta ofenderme estoy lo suficientemente alta para que la ofensa no me alcance. ¿O es que cuando una persona va sobrada de kilos no puede y por la calle disfrutando de un dulce?,¿Eso da derecho a reírse y burlarse de ella en su cara y decir cualquier barbaridad que se te ocurra?

Parece que en esta sociedad si estas sobrada de kilos se ríen de ti, si consideran que tienes alguna particularidad como una nariz muy grande, unas orejas  muy separadas, una cara no muy agraciada  se ríen... se ríen si eres más alta o más baja que la mayoría... estamos más expuesto a las críticas y las miradas por cualquier cosa que te haga diferente que a coger un resfriado. Si destacas mucho o no llegas parece que has cometido un delito, ¿Que pretenden?, ¿Que todos seamos como cromos?


El nacionalsocialismo del tercer reich de la Alemania de Hitler estaba basada en algo muy similar, una doctrina racista, homófoba y totalitaria que defendía la supremacía y superioridad de un solo estereotipo de raza que sumió el mundo en el caos, la destrucción  y  la muerte violenta  de más de cincuenta millones de personas. 
Yo no quiero ser una estampa ni parecer un cromo social, me niego a tener que verme obligada a asemejarme a nadie. Quiero ser diferente pero tener el mismo derecho que los demás y sobre todo poder pasear tranquila por la calle sin que me juzguen, me molesten o me acosen sin haberle hecho nada a nadie.



Seguimos viviendo en un país machista sobrante de catetos donde se sigue maltratando a las mujeres por el mero hecho de serlo.
Algo que resaltar de estos individuos avasalladores, abusadores y sinvergüenzas es que solo soy acosada cuando voy sin compañía.  Que valientes insultando y atropellando a una mujer sola, !se sentirán unos figuras! ¿Que clase de sociedad es esta?

Normalmente estas cosas no me pasan, pero para que no me pasen tengo que ir vestida con zapato plano, lo más tapada posible y ropa holgada como si estuviera viviendo en un país islámico regido por la sharia (ley sagrada islámica). 

Me ha costado mucho tiempo, esfuerzo, constancia, voluntad, sufrimiento y sacrificio llegar a tener este cuerpo, esta definición y tono muscular con una salud de hierro para tener que ir escondiéndome como si esas facultades estuvieran a la altura de la intransigencia, la ignorancia, la envidia y la animosidad de aquell@s que intentan molestarme.


 Aunque  la genética me favoreció en algunos aspectos, conseguirlo me ha costado mucha sangre, sudor y lágrimas literalmente hablando. No me creo ni superior ni mejor que nadie. Tampoco voy burlándome, acosando ni molestando.


"Durante una etapa de mi vida intenté ser como los demás fingiendo ser lo que no era, fueron los peores años de mi vida"



Y al que no le guste como o quien soy, lo siento mucho, yo no nací para complacer a nadie.



Mar Toranzo





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